
Sobre Sofi Sibrú
Pintar me ha acompañado siempre. En la alegría, en el detone, en las malas. Me ha hecho sin duda transitar mis duelos con mayor autenticidad y hacerlos más fáciles y nunca me ha dado tregua, siempre ha sido un espejo, como para mí también lo es el fuego o el mar.
Me enfrenta de una manera divina a lo que soy y a como estoy.
Por eso agradezco.
Agradezco a la vida.
Agradezco a mis padres siempre y desde lo más profundo haberme dado este regalo desde mis primeros años, haberme escuchado y respetado en lo que quería y sentía.
Nací en Durazno en 1988 y mi primer contacto con el arte fue desde muy chica con una colección que había en mi casa de grandes artistas, pasaba horas con ella. A partir de eso cómo mi padre tenía librería aparecieron más libros de arte y a los ocho años comencé taller de artes plásticas donde estudié durante los siguientes 10 años pintura en sus distintas técnicas y cerámica.
A los 18 años ya en Montevideo estudié con distintos maestros, pero más influenciada, más prejuiciosa y con no tanta valentía estudié al mismo tiempo economía carrera a la que ya recibida me dediqué también hasta el año pasado.