Si hemos escuchado alguna vez en el decir popular «este niño o niña tiene apego con el padre, o con la madre», ¿qué significa esto? ¿Qué queremos decir con apego?
El apego se trata del vínculo afectivo que se establece entre el recién nacido y su progenitor o cuidador. Un vínculo con determinadas cualidades que van a determinar en buena medida, el desarrollo psicológico y la personalidad de esa o ese niño.
Tiene como función principal asegurar el cuidado y bienestar del bebé.
Es decir, un recién nacido, necesita desarrollar una relación de intimidad, cuidados, y seguridad, con al menos una persona, para que su desarrollo -por sobre todo- emocional y social, se produzca de manera favorable.
Para que esto suceda, los adultos responsables deben de concientizar la manera de proveer lo que se denomina un «apego seguro» con su hija o hijo.
Este tipo de apego está caracterizado por la incondicionalidad que otorga al niño confianza, porque sabe que su cuidador no va a fallarle. Siente que el adulto lo contiene, lo asegura, lo cuida, no sólo a veces, sino siempre.
Es un comportamiento que en general, los adultos que han recibido un apego seguro de sus padres, tienden a repetirlo de manera natural.
El apego tiene q ver principalmente con dos componentes: el q le permite explorar, contactar con el ambiente físico a través de los sentidos, y por otra parte, el medio por el cual contacta con otras personas en su incipiente relacionamiento.
Se construye a partir de una unión afectiva que le permite sentimientos de bienestar y goce, una construcción mental que le define un estado de pertenencia e incondicionalidad, y un grupo de conductas que se manifiestan a partir de ambas anteriores.
En el transcurso del primer año de vida, se establece un vínculo de apego con la persona con quien permanece la mayor parte del tiempo en contacto, y aparece el miedo ante los desconocidos.
El apego es entonces, el encargado de proporcionar seguridad al niño en una situación q perciba o sienta amenazante.
El Apego seguro, permite al niño explorar, conocer el mundo y relacionarse con otras personas, con la confianza y tranquilidad de que con quien se ha vinculado, va a estar allí para protegerlo y velando siempre por su integridad física y psíquica.
Cuando esto no ocurre, los miedos e inseguridades, van condicionando su mirada hacia el mundo y el modo de relacionarse.
Jhon Bowlby psiquiatra y psicoanalista, elabora esta teoría, y nos permite pensar en la importancia del vínculo filial, sobre todo en los primeros años de vida.
Acompañar a nuestros hijxs de cerca, de manera sostenida, brindándoles confianza, seguridad incondicional, afecto, cuidados, es de vital importancia para el desarrollo sano y la construcción de la personalidad.
Mostrarles el mundo a través del juego, la fantasía, la compañía, la alegría y una atención puesta en ellxs de calidad, asegura un desarrollo propicio para su despegue y su sentido de la felicidad.
Psic. Verónica Torterolo